Humedal Artificial de Flujo de Horizontal subsuperficial
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Un Humedal Artificial de Flujo Horizontal subsuperficial es un canal grande relleno con grava y arena donde se planta vegetación acuática. Al fluir horizontalmente las aguas residuales por el canal, el material filtra partículas y microorganismos y degrada el material orgánico.
El nivel de agua en un Humedal Artificial de Flujo Horizontal Subsuperficial se mantiene entre 5 y 15 cm para asegurar el flujo de superficie. El lecho debe ser ancho y poco profundo para que el flujo de agua sea maximizado. Se debe usar una ancha zona de entrada para distribuir uniformemente el flujo. Para evitar taponamientos y asegurar un tratamiento eficiente es esencial un pretratamiento.
Se debe usar un recubrimiento impermeable (arcilla o geotextil) para evitar la infiltración. Comúnmente se usa grava pequeña, redonda y de tamaño uniforme (3–32 mm de diámetro) para rellenar el lecho hasta una profundidad de 0.5 a 1 m. La grava debe estar limpia y sin polvillo para limitar los taponamientos. También es aceptable la arena, pero es más propensa a los taponamientos. En años recientes se han usado exitosamente otros materiales de filtración como el PET.
La eficiencia de eliminación del humedal depende de la superficie (longitud multiplicada por ancho), mientras que el área transversal (ancho por profundidad), determina el máximo flujo posible. Es importante que la entrada sea bien diseñada que permita la distribución uniforme para prevenir el retroflujo. La salida debe ser variable de manera que se pueda ajustar la superficie de agua para optimizar el desempeño del tratamiento.
El medio filtrante actúa tanto como filtro para eliminar sólidos, como una superficie fija para que las bacterias se sujeten, y como una base para la vegetación. Aunque las bacterias facultativas y anaeróbicas degradan la mayor parte de la materia orgánica, la vegetación transfiere una pequeña cantidad de oxígeno a la zona de raíces, de manera que pueden ser colonizadas por bacterias aeróbicas que también degradan el material orgánico. Las raíces de las plantas juegan un papel importante al mantener la permeabilidad del filtro.
Es apropiada cualquier planta con raíces anchas y profundas que pueda crecer en el ambiente acuático rico en nutrientes. El Phragmites australis (carrizo) es una elección común porque forma rizomas horizontales que penetran toda la profundidad del filtro. La eliminación de patógenos se logra por la descomposición natural, la depredación por organismos superiores, y la sedimentación.
Pros | Contras/limitaciones |
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- Requiere menos espacio que un Humedal Artificial de Flujo Superficial Libre - Alta reducción de DBO, de sólidos suspendidos y de patógenos |
- Requiere diseño y supervisión expertos - Costo moderado de capital dependiendo de la tierra, recubrimiento, relleno, etc.; bajo costo de operación |
Adecuación
Las obstrucciones son un problema común y por lo tanto el afluente debe estar bien sedimentado con un tratamiento primario antes de desembocar en el humedal. Esta tecnología no es apropiada para aguas residuales no tratadas (aguas negras). Este es un buen tratamiento para las comunidades que cuentan con tratamiento prima- rio (p.ej. Fosas Sépticas (S9) o WSP (T3)) pero que buscan alcanzar una mayor calidad de efluente. Esta es una buena opción donde el terreno es barato y está disponible, aunque el humedal requerirá mantenimiento durante toda su vida útil.
Dependiendo del volumen del agua y, por lo tanto, del tamaño, este tipo de humedal puede ser adecuado para pequeñas secciones de áreas urbanas, periurbanas y comunidades rurales. También se pueden diseñar para una única vivienda.
Los Humedales Artificiales de Flujo Horizontal sub - superficlal son más adecuados para climas cálidos, pero pueden ser diseñados para tolerar algunos periodos de congela- ción y de baja actividad biológica.
Aspectos de Salud / Aceptación
El riesgo de procreación de mosquitos es reducido, ya que no hay agua estancada, en comparación con el riesgo asociado con los Humedales Artificiales de Flujo Superficial Libre (T5). El humedal es agradable a la vista y se puede integrar en áreas silvestres o parques.
Mantenimiento
Con el tiempo se taponará la grava con los sólidos y la capa bacterial. El material del filtro requiere reemplazo entre los 8 y 15 años, o más. Las actividades de mantenimiento se deben enfocar en asegurar que el tratamiento primario es efectivo al reducir la concentración de sólidos en las aguas residuales antes de entrar en el humedal. También debe asegurar que no crezcan árboles en el área, ya que las raíces pueden dañar el recubrimiento.
Movie
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Manual - How to build
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Reconocimientos
El material en esta página es una adaptación de: Elizabeth Tilley, Lukas Ulrich, Christoph Lüthi, Philippe Reymond and Christian Zurbrügg (2014).
Versión española próximamente.
Referencias y links externos
- Crites, R. y Tchobanoglous, G. (1998). Small and Decentralized Wastewater Management Systems. WCB and McGraw-Hill, Nueva York, EE.UU. pp. 599–609. (Capítulo de resumen detallado incluyendo problemas resueltos.)
- Mara, DD. (2003). Domestic wastewater treatment in deve- loping countries. Earthscan, Londres. pp. 85–187.
- Poh-Eng, L. y Polprasert, C. (1998). Constructed Wetlands for Wastewater Treatment and Resource Recovery. Environmental Sanitation Information Center, AIT, Bangkok, Tailandia.
- Polprasert, C., et al. (2001). Wastewater Treatment II, Natural Systems for Wastewater Management. Notas de Conferencia, IHE Delft, Países Bajos. Capítulo 6.
- Reed, SC. (1993). Subsurface Flow Constructed Wetlands For Wastewater Treatment, A Technology Assessment. United States Environmental Protection Agency, EE.UU. Disponible en: www.epa.gov (Manual detallado de diseño.)